Gracias a las investigaciones en genética del Dr. Bruce Lipton, sabemos que no estamos determinados por nuestro ADN tal y como habíamos pensado hasta ahora, que existe un control por encima de los genes. Ahora sabemos que lo que determina el comportamiento de nuestras células es debido en gran parte a nuestras propias creencias y al medio ambiente. Pero nuestras creencias empiezan ya antes de nacer con lo que oímos decir a nuestros padres, luego en el colegio, los amigos, la televisión etc. La información (repetida muchas veces) se graba en nuestro subconsciente (que no es lógico) y desde donde se ejecuta el 95% de nuestra existencia. El consciente representa un 5%. Así pues lo que tenemos que hacer es replantear nos nuestras creencias, preguntarnos : ¿ es esto realmente verdad ? He conocido a varias personas cuyos padres les inculcaron, desde que eran pequeños, que tenían una salud muy débil.... ¿y sabéis qué? pues si tenían una salud muy débil, porque esto era realmente lo les habían programado. Tenemos que reprogramar nuestro subconsciente en positivo, replantearnos todo lo que creemos. El poder de la mente es inmenso. De todos es conocido el famoso efecto PLACEBO de algunos "no" medicamentos (efecto probado científicamente). De hecho es la mente la que nos cura. Pero no olvidemos que también el efecto NOCEBO ( nuestras creencias negativas nos enferman).
Como ya sabemos, cuando nos aferramos a una idea esta se aleja cada vez más y más. Ya hemos leído que cuando buscamos una palabra que hemos olvidado, como más intentemos encontrarla menos la encontramos. Esto es para mi una de las claves más importantes y más difíciles de la ley de la atracción. El desapego al resultado. Estoy viendo cada día que como menos piense en el dinero y como más me centre en hacer lo que realmente me gusta, o sea en preparar y hacer lo mejor posible mis clases de francés o en estudiar una carta astral con todo el cariño del mundo, por ejemplo, más clientes tengo y por ello más dinero. El dinero es la consecuencia de hacer y centrarme en lo que me gusta. Tras haber leído muchos libros y artículos sobre la ley de la Atracción, y haber cometido, yo misma, creo, el error de centrarme en afirmaciones y en pensamientos sobre el dinero durante un tiempo, actualmente pienso que el dinero es tan solo el resultado de hacer lo que quieres, de aportar a los demás algo ...
Lo que uno debería preguntarse siempre es el porqué: porqué elegí los padres que tengo, porqué mis circunstancias son las que son y no unas diferentes, porqué apoyo un tipo de creencias y no otras…
ResponderEliminarSi observamos dos personas nacidas y educadas en la misma familia, veremos que una y otra difieren en sus creencias, de modo que el origen de estas creencias no puede estar en lo que “nos enseñan” en este mundo. Nuestras creencias ya están con nosotros mucho antes de encarnarnos en un cuerpo, y debido a estas creencias, nuestra percepción del mundo es la que es, dado que el mundo exterior no es más que el reflejo de nuestro mundo interior. P.e.: si tengo los padres que tengo, es porque los escogí para poder recrear en el mundo mis creencias, NO AL REVÉS.
El verdadero poder de la mente no está en la magia, o lo que es lo mismo, en creer que determinado medicamento (aunque sea una inofensiva aspirina) puede curar nuestras enfermedades. El único verdadero poder de la mente reside en tomar la decisión de ver las mismas viejas cosas de siempre con ojos nuevos. Y cuando la mente sana, la enfermedad desaparece.
La capacidad de la mente es ilimitada, su poder, inmenso, hasta el punto de crear el mundo que percibimos, sólo un cambio en la mente posibilita el cambio en las aparentes condiciones externas, pero la mente NO ES EL CEREBRO, de manera que de nada nos va a servir repetir hasta la saciedad frases que no tienen ningún significado mientras no comprendamos el porqué nuestras creencias son las que son.
El trabajo es mucho más profundo que el de limitarnos a repetir frases o mantras. El primer paso consiste en asumir la responsabilidad de nuestras vidas y de nuestras creencias. Afirmar que mis padres, o la sociedad, o mis amigos, me “programaron” para ser tal o cual cosa, es un acto de total irresponsabilidad y está muy lejos del verdadero trabajo de sanar la mente, o lo que es lo mismo, de dejar de identificarnos con las situaciones que aparentemente experimentamos… ¡¡¡ESTE MUNDO NO ES REAL!!!, y sólo en la medida en que recordamos esto, pueden las circunstancias externas cambiar.
Saludos desde Jaén,
Toñi
Gracias Toñi, tu punto de vista es muy interesante y estoy de acuerdo contigo. Gracias.
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