Cambiar el modo de pensar no es una tarea que se pueda hacer en unos días, al menos para la mayoría de nosotros. Nuestra programación ha sido muy fuerte. Estoy convencida de que el resultado se obtiene con la perseverancia y estando alerta cuando nuestro EGO se pone en funcionamiento para impedirnos seguir adelante. Cuando tenemos estos pensamientos que nos hacen sentir mal, para mi lo mejor es no luchar contra ellos, ya que la lucha es lo que quiere el EGO y la lucha hacer más fuerte aquello contra lo que se lucha, lo que hago yo es observar , soy consciente de ellos, los acepto, les doy las gracias por enseñarme algo sobre mi y los dejo ir. Con la práctica cada día es más y más fácil hacerlo. Las afirmaciones cotidianas también me ayudan mucho. Repito afirmaciones positivas tan a menudo como puedo, en la calle andando, como un Mantra, antes de acostarme, al levantarme, bajo la ducha, mientras lavo los platos etc.
Como ya sabemos, cuando nos aferramos a una idea esta se aleja cada vez más y más. Ya hemos leído que cuando buscamos una palabra que hemos olvidado, como más intentemos encontrarla menos la encontramos. Esto es para mi una de las claves más importantes y más difíciles de la ley de la atracción. El desapego al resultado. Estoy viendo cada día que como menos piense en el dinero y como más me centre en hacer lo que realmente me gusta, o sea en preparar y hacer lo mejor posible mis clases de francés o en estudiar una carta astral con todo el cariño del mundo, por ejemplo, más clientes tengo y por ello más dinero. El dinero es la consecuencia de hacer y centrarme en lo que me gusta. Tras haber leído muchos libros y artículos sobre la ley de la Atracción, y haber cometido, yo misma, creo, el error de centrarme en afirmaciones y en pensamientos sobre el dinero durante un tiempo, actualmente pienso que el dinero es tan solo el resultado de hacer lo que quieres, de aportar a los demás algo ...
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